Sueños No Atrapados

Siempre me ha llamado la atención la fotografía, recuerdo que el regalo que más ilusión me hizo cuando era pequeña fue una cámara de fotos, me la regaron en mi 11 cumpleaños mis padres, benditos seres, algún día hablaré de ellos, si me veo capaz de estar a su altura, que es infinita.
A partir de ese momento mi nueva cámara se convirtió en mi mejor amiga y amiga de grandes amigos.

Es una satisfacción y orgullo ver hoy en día retratados grandes momentos, que si no fuese por esa cámara tal vez no recordaría con tanta nitidez. Momentos joviales, felices, llenos de futuros esperanzadores, que hoy en día la mayor parte se ellos se han convertido en fiel realidad.

Me gustan las miradas, porque si sabes mirar a alguien de verdad a los ojos, puedes encontrar SU verdad, no miente, y creo que  si controlas realmente  la fotografía, ésta  es una forma de retratar y guardar la realidad de las personas (algo a seguir trabajando).

Me entusiasman los momentos robados, ya sea de una persona, un momento, un sentimiento o de un lugar, ambos cambian continuamente. Son un milagro en existencia. 

Me encanta la verdad, esa verdad que se esconde en nuestras miradas y que pensamos, ingenuamente que nadie puede detectar. Se ve, y se registra, se guarda para siempre en una mente y…en una cámara.

No me resulta fácil escribir, puedo tardar horas para llegar a redactar cuatro líneas, en las que finalmente nunca acabo expresando lo que quiero decir, es una pena (o eso creo, tal vez a veces no es necesario escribir, y una imagen lo dice todo, o es más, da lugar a infinidad de interpretaciones que dan más valor de lo imaginable).

Por eso he tardado como  dos años en atreverme a crear mi blog, así que lo voy a hacer a mi manera: poca letra y muchos INSTANTES CAPTADOS a través de mi mente, mis ojos y el objetivo de cámara (que no es canon, ni nikon).

No soy fotógrafa profesional, la mayor parte de mis fotos surgen  por casualidad, durante momentos en los que me dedico a vivir mi vida y disfrutar con la maravillosa gente que me acompaña en mí día a día.

Seguiremos conectando, gracias a los que creen en mí y a los que me animan a llegar al límite de mis expectativas.

GRACIAS MIL!!!

“Lo más importante no es la cámara, sino el ojo.”

 Alfred Eisenstaedt.